Filosofía




Religión natural por una ética natural

¿Cuál consideras es el aporte que puedes hacer a la educación religiosa escolar a partir de alguno de los cuatro elementos estudiados en la clase anterior?

Al analizar la pregunta que se nos propone para estas páginas, he decidido tomar como elemento fundante de la respuesta, mi propia experiencia religiosa. Lo hago porque considero que dado me sería imposible dar a conocer el fenómeno religioso sin dejar de  transmitir al otro la propia experiencia, lo mejor será aprovechar los elementos que constituyen aquello que “soy” (identidad); para a la vez que transmitir mi relación con el trascendente, intentar brindar al joven elementos que le permitan descubrir el sentido del fenómeno religioso en el hombre, y la historia de la experiencia que el ser humano ha tenido con lo trascendente. Esta mistura, creo no será perjudicial para la tarea académica: Primero, porque este toque personal que daría mi experiencia en vez de menguar la objetividad de la enseñanza, la contextualiza en una historia real y da a entender, como  esta experiencia, lejos de ser fruto de un  anhelo del hombre, es una experiencia real, vivida y fundamentada racionalmente  por hombres concretos. Segundo, porque aunque a lo largo de la historia de la academia, el ingrediente subjetivo ha con frecuencia entorpecido la enseñanza; también son múltiples los casos en que una experiencia personal ha traducido en nuevas y originales metodologías que enriquecen la docencia.

Por tanto, ¿qué es concretamente aquello que transmite esta experiencia religiosa?

Pues,  un acontecimiento vital, en el que el individuo que les  escribe, se encuentra con algo que lo desborda, que lo contiene, y lo invita a protestar dudando de lo meramente inmanente. Este primer encuentro con lo trascendente visto desde hoy en retrospectiva se va desarrollando hacía el descubrimiento inicial de un ser fundante, motor  inmóvil; también a una esperanza en que la historia a pesar de los retrasos se encuentra en progreso. Van desarrollando en quien lo vive una noción cósmica, que lo hace descubrirse parte de un todo. A la vez que le permite, entenderse parte de un plan, un “thelos”. Esta idea que se va formando se devela ante todo humana, pues es alcanzada por los medios más naturales de que disponemos a saber: los sentidos y la Razón.  Entonces al pensar en un plan metahistorico me pregunto e inicio un camino  para descubrir el “thelos”, este asunto desemboca en una ética personal que espera comprender para participar de este proyecto que contiene a quien lo piensa  y clama de manera ineludible por su cumplimiento. Hasta que el descubrimiento de la semejanza con otros hombres que experimentan sensaciones parecidas y recorren caminos semejantes con iguales medios  me sorprende con alegría al saberme inserto en una especie de “ética comunitaria”, la cual me hace hermano del Otro y me incita a pensar en lo que algunos llaman ética mundial.

La anterior experiencia será valiosa pues una vez desarrollada con profundidad y enriquecida con los demás componentes de un curso de educación religiosa permitirá a quien asiste a la clase convencerse de que el sentido de lo trascendente es propio de toda cultura, más aún de la naturaleza humana, entonces se podrá comprender que lejos de separarnos y enemistarnos, el componente religioso nos fraterniza. Será por último el aporte personal que doy a esta clase un punto de partida desde el que cumplir mi propia misión evangelizadora, ya que una vez comprendan la relevancia de lo trascendente anhelaran  por mi empeño,  conocerlo, entonces en un nuevo proceso que desborda la tarea de la “R” y se acerca a la catequesis, conocerán la existencia de un Dios amante, personal y pedagogo; que ha decidido hacerse uno de nosotros en la encarnación para mostrarnos la redención que consiste cumplir aquello para lo que fuimos pensados desde la eternidad: ser plenamente humanos.

Christian David Cabarcas Gómez sdb



Un informe de lectura al texto de Bochenski: Introducción al pensamiento filosófico



Un informe de lectura al texto de Bochenski: Introducciónfilosófico



22-02-2010


La introducción al pensamiento filosófico fue originalmente una serie de radio conferencias de a 27 minutos; emitidas entre los meses de Mayo, Junio y Julio de 1958 en Baviera. Posteriormente estas fueron plasmadas en un documento final tal como lo encontramos hoy. Su Autor es José María Bochenski: sacerdote Dominico, lógico, historiador y estudioso de la filosofía moderna; nace en 1902 y muere en 1995.


El texto pretende a partir del trato con algunos temas como la ley, la filosofía, el conocimiento, la verdad, el pensamiento, el valor, el hombre, el ser, la sociedad y lo absoluto. Explicar a gente sin preparación filosófica lo que es la filosofía y la manera como esta trata sus cuestiones. En este informe se pretende de forma expositiva brindar análisis y síntesis de estos temas.


Las leyes: son entes especiales y en principio diferentes a todo los demás cosas físicas. Las leyes no poseen lugar ni tiempo, no pasan ni cambian, son generales y necesarias. Esto nos produce un primer problema al tratar de entender la naturaleza de esto que llamamos leyes. Dicho problema ha sido ampliamente abordado por 3 grandes escuelas: la Platonista, la Aristotélica y la positivista o kantiana; estas dos últimas a pesar de ser diferentes abordan de forma similar este problema.


Los platónicos insisten en la independencia de las leyes, argumentando que la ley está por encima de lo real, y en un lugar donde todo es puro, eterno, inmutable y necesario. Los Aristotélicos afirman la interdependencia entre la ley y la materia, de modo que una y otra son parte de un mismo mundo en el cual el hombre sustrae patrones que se repiten en las cosas y a los cuales denomina “Ley”. Los terceros hacen saber que las leyes existen en el pensamiento, lugar donde se encuentra todo lo ideal y desde allí irradian y modifican la realidad. Si las leyes son por naturaleza un problema filosófico, podemos deducir de ellas algo del cometido de la filosofía.


De la filosofía podemos decir que definirla es ya casi un problema filosófico, no obstante, luego de algunos razonamientos como el anterior sobre las leyes y los que siguen luego de este; admitiremos que esta es una ciencia, es racional, estudia la posibilidad del conocimiento, investiga los valores, piensa en el hombre, estudia el lenguaje, etc. Lo realiza a través todo tipo de métodos e interesándose por los problemas limites y fundamentales.


El Conocimiento: ¿Es posible afirmar que nada existe, si existe no lo podemos conocer, si existe y podemos conocer no lograremos comunicar? Descartes nos enseña que es necesario dudar de nuestros sentidos e incluso en ocasiones hasta de nuestro pensamiento, que de lo único que podemos estar seguros es que pienso o mejor, de que existo; si esto es así nuestra primera duda queda resuelta negativamente. De lo segundo ya en la antigüedad se afirmó: si se asegura que es imposible conocer, dar tal juicio es ya un conocimiento; por lo tanto tal hipótesis cae por si misma y antes realizar su verificación u analizar otra evidencia. Lo tercero es evidentemente falso, todo el tiempo estamos comunicando. Ahora bien hay que reconocer que es muy poco lo que conocemos, con facilidad el conocimiento es superficial y muchas veces nos cuesta comunicar todo lo que sabemos.


En la verdad es fundamental la realidad. Pues solo se dice de algo que es verdadero cuando lo que se dice concuerda con lo que es. Aun así el concepto de la realidad y lo que es se encuentra disputado entre la ontología y la lógica o mejor decir entre los idealistas y los realistas; ya que mientras los unos abogan por el conocimiento como la creación y descubrir de las ideas los otros piensan que la verdad se da por aprehensión y relación de la cosas materiales. En últimas aun la discusión continúa y son muchos los que se ubican en estas dos posturas.


Cuando nos preguntamos que es el pensamiento lo descubrimos como cualquier movimiento de ideas y demás en nuestra mente; más nos interesa de forma particular un pensamiento especial: el científico. Cuyo fin es el saber y su estilo es el disciplinado, su forma varía dependiendo de si lo que pensamos es descripción o deducción. En el primer caso es mas sencillo pues el objeto a conocer nos es dado. En el segundo modo se dificulta el quehacer del pensamiento pues se debe analizar la preexistencia de premisas, juicio y preposiciones que se admiten como ciertas. Luego realizar un proceso guiado por la lógica para encontrar verdad en el pensamiento.


Nos es innato hacer Juicios de Valor. Siendo que ante la realidad no nos acercamos como solo espectadores generalmente somos susceptibles a dar estima y valorar aquello con lo que nos encontramos. Tratar de describirlos y entender la naturaleza de estos es tarea de la filosofía. El valor nos es dado, dice lo que debe ser, no da por ques (categórico) y obra sobre nosotros. Hay 3 clases: morales (deber ser y hacer), estéticos (deber ser no deber hacer), religiosos. A su naturaleza se relaciona el cambio y valoración desde dos corrientes: Positivistas: afirman que el valor varía dependiendo de las costumbres. E idealistas: consideran que el valor es eterno e inmutable. El autor se inclina pensando en la evidencia de la inmutabilidad del valor no matar a la madre hacia la corriente idealista.


El Hombre es un animal raro que sin tener en lo biológico posibilidades de perpetuarse posee una inteligencia que lo ha hecho dueño de la tierra. En ella también es poseedor de técnica, tradición, progreso, pensamiento y reflexión. Posee religión, se preocupa de sí mismo. Definitivamente una excepción para todos los demás animales y un complejo asunto de la filosofía.


Para hablar de Ser utilizaremos la expresión “Ente”. Se le llama ente a todo lo que existe, él lo abarca todo, la ciencia encargada de esto es la Ontología y ella investiga las cosas, las relaciones y las cualidades.






Toda teoría sobre la Sociedad nace en la filosofía su pregunta busca responder a que es en la sociedad lo real y en qué grado. En principio digamos que ella nos encadena pues siempre influye sobre nosotros, pero, ¿que nos encadena? ¿La sociedad o los individuos que hay en ella? La filosofía se pregunta si existe en si la sociedad o solo hombres que la conforman. Ambas posturas en sus extremos afirma el autor son inexactas, pues, objetivamente existe una relación profunda entre hombre y sociedad, a tal fin que, el hombre posee derechos propios y a la vez deberes sociales, no hay lo uno sin lo otro. Entonces existen solo realmente los hombres, mas también existe un cuerpo que es la suma de estos y sus relaciones. También aparece un principio del bien común como un bien que debe ser alcanzado por los hombres que viven en sociedad.






“Llegamos en esta ultima meditación de nuestra serie al problema de lo absoluto: así suelen llamar los filósofos a lo infinito.”1 En este ultimo capitulo el autor pretende tocar algunas diferencias entre filosofía y religión junto con sus limites y definir hasta que punto puede haber complementariedad. Se parte para esto del alegato de muchos acerca de que el mundo es infinito y absoluto, para decir que existe un Dios del cual se debe pensar si es Espíritu o persona. También de la elección entre un mundo racional y otro absurdo para aceptar un por qué racional o irracional. Así planteado se debe escoger entre Dios como razón o lo absurdo. Y de aquí en adelante el pensador debe valerse de otros medios si es que quiere entender más de el ser de lo Infinito. Pues la filosofía a fin de ser fiel a sí misma no se permite asumir cosas como la naturaleza de lo absoluto desde otro punto que el racional.


Es deber del filosofo analizar y tratar de hacer razonable lo incomprensible. Es deber del filosofo sostener una voluntad de comprender y ser fiel a la razón. Por todo esto filosofía es sin duda “Razón”, y para quienes la ejercitan la razón es luz para comprender el mundo y aquello que somos y vivimos. Filosofía es según Bochenski la ciencia de los fundamentales.










Christian David Cabarcas Gómez


SDB


Teoría del Conocimiento






1/J.M. Bochenski, Introducción al pensamiento filosófico, Página 106, Herder 1982; Barcelona.


 al pensamiento filosófico